Branguli - Calle Guardia. 1934. ANC.
Hay varias fincas en el barrio chino de preguerra en donde se
desarrolla tal suma de actividades diversas y hasta opuestas, que no me caben muchas dudas que de la resultante de tanto trajín resultó un
mestizaje que hizo único al barrio chino. En otro post hablé del número 7 de la calle
Unión, microcosmos que reproduce el macrocosmos de la zona. Aqui; calle Unión, número 7
Hoy toca mencionar el número 14 de la calle Guardia.
Hoy toca mencionar el número 14 de la calle Guardia.
La calle Guardia es una calle de corto recorrido entre Conde
del Asalto y Arco del Teatro. Una calle de la que no se adueñó, como en otras,
la prostitución, el trapicheo de cocaína,
conocida como “coco” y que tras la primera guerra mundial penetra con
fuerza en los locales del chino, o las
actividades propias de lugares con una gran concentración de delincuentes. Muy pocas veces aparece en la crónica de sucesos, no se dan palos en
las tiendas de la calle, la policía no acude a los pisos para registrar y
detener a antiguos conocidos.
Quizá esa tranquilidad se deba a que se encuentra un poco a trasmano del centro del barrio chino.
Calle tranquila con locales donde se toca y se canta flamenco, y calle
donde los sindicatos abren sus sedes.
En el número 14, al tiempo que en el edificio abrían sus sedes distintos sindicatos, se encontraba en los bajos uno de los mejores locales de flamenco que ha
tenido Barcelona.
Empecemos por los sindicatos. Asentado en el piso principal del edificio, al
menos durante los años 1922 y 1923 tuvo
un local el Sindicato Libre. Parece
una sede de importancia, puesto que en alguna ocasión se convocó en la misma a la
totalidad de juntas directivas del
conjunto de sindicatos libres. Sales i
Amenos, el presidente delos Sindicatos Libres de Cataluña y destacado requeté
peroraba en la sala de actos.
Ramón Sales Amenós, dirigente de los Sindicatos Libres.
Entre 1916 y el inicio de la guerra civil, en ese mismo principal tiene su local la
sociedad de obreros panaderos “La Espiga”, de obediencia ugetista, del mismo modo que la sociedad de obreros
panaderos “La Aurora” de la calle Rosal era anarquista. La Espiga fue durante
unos años el sindicato más potente de la UGT en Barcelona.
En su local encontraban cobijo los sectores sindicales de otros ramos cuando
eran de obediencia socialista.
Y esta proximidad entre una y otra sede me causa extrañeza. Durante los años del
pistolerismo, y en el mismo principal se encontraba, se supone que puerta
contra puerta, la sede de un sindicato socialista y la de los sindicatos de la
patronal. ¿había un pacto de no agresión entre la UGT y los sindicatlos
libres?.
En los bajos del edificio se abrió la taberna de Juanito El Dorado, un
mallorquín sin una gota de sangre andaluza, que puso a cantar y bailar a gente
grande del flamenco, la Ciega de Jerez o las hermanas Chicharra. Para Sebastia Gasch, el Dorado fue por unos años el lugar con más
sabor flamenco de Barcelona, que es decir mucho en los años treinta. Lleno de un público del barrio, como otros de
la zona se fue llenando de turistas pero
sin perder la esencia. En el verano de
1935, Juanito lo traspasó y el nuevo
dueño cambió su nombre por el de Gran
Kursaal. Juanito se fue a Mallorca, se
agenció una tienda y se fue olvidando del flamenco.
El Gran Kursaal fue un mix,a ratos flamenco y a ratos transformistas. Siempre hubo lugar y público para locales de
transformismo en el chino de los años treinta, así que este también se llenó. De turistas sobre todo. La guerra terminó con el invento.
Inauguración del Gran Kursaal. El Diluvio 1 noviembre 1935
Gran Kursaal. Revista Mirador 1936
No hay comentarios:
Publicar un comentario