Branguli. 1925 a 1930. Procesión del Corpus a su paso por el Portal de Santa Madrona. Saliendo de la calle Montserrat y dirigiéndose a la calle Mediodía cuya esquina aparece en el extremo inferior a la izquierda. En la fachada de casas se ve el anuncio del Red Lion y el balcón engalanado con damasco probablemente pertenezca a un prostíbulo.
En 1925, y tras cincuenta años de no
celebrarse, la procesión del Corpus organizada por la parroquia de
San José y Santa Mónica de nuevo recorrió las calles del barrio
chino. Aún tratándose de un barrio modesto fue sonada y rumbosa la
procesión y lo mismo sucedió en los años siguientes hasta la
llegada de la República. No sé si casa mucho la calificación de
rumbosa con una procesión, pero mirando la fotografía que abre el
post y leyendo la relación de participantes y protectores, así me
lo parece; no cabe duda de que era una procesión pomposa y magnífica
que es una de las acepciones del termino rumboso. Competía y no
desfavorablemente con las que tenían lugar en Gracia, en la
Barceloneta y la que salía de la Catedral.
Sagarra. Primera mitad de los años treinta. Iglesia de San José y Santa Mónica en la Rambla de Santa Mónica.
Branguli. 1936. La iglesia con la techumbre caída tras su incendio por los milicianos en julio de 1936. A nuestra derecha, se aprecia la estrechez de la calle Santa Mónica.
En 1927, la primera bandera estuvo apadrinada por los señores de Güell y la segunda por el marqués de Dos Aguas y la señorita Güell. Llevó el pendón el marqués de Dos Aguas y los cordones el marqués de Vilallonga y el señor Torrents i Font, concejal de Barcelona.
Antes de dar comienzo la procesión, se
celebraba una misa de comunión para la asociación de portantes del
palio, se bendecía la bandera de la asociación y se celebraba una
segunda misa general con la intervención de un orador de campanillas
buscado para la ocasión.
La Vanguardia - 18 de junio 1927. Relación de actividades y participantes de alcurnia en la procesión de 1927.
Por la tarde, y acompañados por una
banda de música, la procesión recorría la casi totalidad de las
calles del barrio chino en un trayecto laberintico que permitía que
ninguna de sus calles quedase sin la gracia de presenciar la
ceremonia. Digo todas, pero es un todas por redondeo. Había alguna
calle que quedaba excluida. Estaba la calle de Santa Mónica, pero
era poco más que un callejón estrecho donde seguramente hubiesen
tenido problemas los portantes del palio para atravesarla. sobre
todo para vencer el angulo recto que hacía con la calle Montserrat.
Quizá entonces era una calle aún más estrecha que ahora. Cuando
se derriban los restos que quedan de la iglesia de San José y Santa
Mónica tras su incendio en julio de 1936, se recorta parte del
solar de la iglesia y la que ahora se levanta ocupa menos de la mitad
del espacio que tuvo hasta 1936.
Y hay otra calle y sus aledañas donde
no penetra la procesión. La calle del Cid y las tres calles que
terminan en ella: Berenguer el Viejo, Mina y Perecamps. Mirando un
plano no aparecen obstaculos a la marcha de la procesión que
expliquen la exclusión de estas calles. Se puede pasar por
cualquiera de las tres, entrar en Cid, y salir por otra de las
calles. Solo caben dos posibilidades para entender que el recorrido
las ignore. O bien pertenecen a otra parroquia y no toca que los
habitantes de esas calles reciban los beneficios del paso de la
procesión ¿pero entonces, a qué parroquia? O bien no se quiere
pasar por ellas para no quedar contaminada la procesión por el paso
de una calle tan señaladamente pagana en los asuntos sexuales. Hay
un dato -aparte del hecho de que no parece que haya otra parroquia
compitiendo con la de Santa Mónica por la posesión espiritual de
los habitantes de estas calles- que apunta en la linea de la
inquietud por entrar en la calle del Cid. En la reseña de la
procesión de La Vanguardia de 1927, se indica que el año anterior
no se registró el menor incidente. Es decir, los organizadores
habían planteado la posibilidad de que ello sucediese.
Plano de la zona de un mapa de 1933. En rojo, las calles que recorre la procesión.
Burlas obscenas, alguien que desde un
balcón hace un calvo, un travestido enseñando sus poderes a los
portantes, una prostituta que muestra la mercancia... ¡a saber como
hubiese reaccionado la señorita Güell! ¡¡¡y en que brete se hubiese encontrado alguno de los aristócratas para disimular ante el guiño de complicidad de cualquiera de
los asiduos de la calle!!!. Claro es que el resto de calles del
recorrido no pueden ser excluidas de la posibilidad de que se diesen
ciertas conductas, pero la concentración en la calle del Cid
aumentaría el riesgo y pudo dar miedo. Por no mencionar el arco
voltaico que recibiría y bajo el que pasarían las imágenes
religiosas: entre La Criolla y el Sacristan.
Gabriel Casas i Galobardes. Se me hace difícil pensar en una procesión religiosa, no de las Carolinas, pasando por la calle Perecamps y entrando en la calle del Cid bajo los anuncios del Sacristan y de La Criolla.
A expensas de mejor información, no
descarto la posibilidad que apunto.
Que interesante, Jose, la doble moral creo yo,como siempre y con la iglesia hemos topado, que pasa ahora con el descubrimiento de siete planetas similares a la tierra:
ResponderEliminarhttp://www.lavanguardia.com/ciencia/20170223/42246048431/descubrimiento-exoplanetas-nasa-sistema-solar.html
L@s señoritos, no querían mezclarse con los "margina@s";igual que ahora nada ha cambiado, cuantos sin techo malviven en rincones, cajeros desde hace años, yo los veo y algunos son amigos y les ayudo todo hay que decirlo, no los ignoro porque me dan mucha pena, con los fríos que han hecho.
Por otro lado, veo que colocan a mucha gente de fuera, con viviendas más o menos dignas, y les dan protección, a mi de pequeña me enseñaron que la caridad, comienza por un@ mismo, y a los de aquí, los tienen abandonados a su suerte, en fin la misma hipocresía de antes, aquí lo que quieren es hacerse los buenos y la foto y figurar, si no es por los voluntarios, que acompañas a personas mayores, discapacitados etc, que sería de ell@s, soy voluntaria y se de lo que hablo.
No te doy más la tabarra, un abrazo y muchas gracias por tus post que son una maravilla.
Toda la razón, amiga mía. En todo. Es que tienen más encanto los de fuera que los que viven aquí, con nosotros, desde que nacieron. Unos están lejos y no llega el olor, los de aquí huelen, se han vomitado encima, no se puede presumir de la ayuda que les proporcionas. Un abrazo, querida Mª Trinidad.
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