En Memorabilia, escribe Gil Albert la siguiente anécdota sobre Martínez Anido en
su etapa de gobernador civil de Barcelona: La CNT había matado a uno de los jefes de la
policía y Anido en represalia hace
ajusticiar a varios detenidos del sindicato. Trasladados los cadáveres de los
obreros al velorio del que había sido su subordinado y colocados alrededor del
jefe de policía, Anido pronuncia estas palabras: “No te quejarás por las flores
que te he traído”.
Que las historias que vaya contando en este blog,
sobre un barrio chino que hace mucho que murió,
me permitan alguna vez poder justificar el nombre que le he puesto. Y
que los espectros que evoque en su
homenaje, puedan hacer de flores a los pocos restos que quedan del lugar.
Yo pensaba que estaba relacionado con alguna de tus tretas domésticas.
ResponderEliminarDesde que en el cine de mi pueblo, con pantalones cortos y sentado en primera fila, vi Beau Geste, soy muy de funerales vikingos, Mujer-Pez. Contento de verte por aquí.
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