martes, 15 de marzo de 2016

Arco del Teatro. Tercera parte. La taberna La Mina y las casas de dormir de su patio trasero.



                           Margaret Michaelis. 1932-1934. AFB. Calle Arco del Teatro. La Mina aparece a la derecha, Enfrente de                           La Mina se abre la calle Olmo.





                              Anuncio de la taberna en El Diluvio (21 de abril de 1929)


Me caben pocas dudas de que fueron  los escritos de algún moralista puesto a reformador,  entre los anarquistas  había unos cuantos,  y  la sal gruesa con la que más de un periodista aderezaba sus crónicas “noveladas”,   los responsables principales de que una  taberna  de la calle Arco del Teatro se convirtiera  para las  buenas gentes de Barcelona en el  núcleo central, en el símbolo, de lo que para ellos era un inmenso patio de Monipodio, el Barrio Chino.  Ese honor le cupo a la taberna La Mina en el número 63 de Arco del Teatro.


Escribía Max Bembo en su libro “La mala vida en Barcelona” (Casa Editorial Maucci, 1912/1913):

Es preciso descender y penetrar en el foco inmundo que se llama ‘La Mina’. Figuraos una tienda larguísima y espaciosa, que hace el efecto de un pasaje, porque comunica a dos calles; su celebridad es grande entre la gente de la mala vida. ¡Cuántas veces alrededor de una mesa se ha proyectado un robo, un homicidio, una violación! Entremos a eso de las ocho. Todas las mesas ocupadas por individuos de pésimas cataduras, devorando una comida poco alimenticia, con un porrón al lado, y muchos de ellos con la imprescindible prostituta. Pasará una hora. Algunos habrán ingresado en el albergue nocturno municipal, que linda con la taberna; pero el personal aumenta y ¡oh! desde estas horas contemplaréis el verdadero espectáculo de la miseria moral de aquella gente. Os hace el efecto de estar en un penal; recordáis caras vistas en éste; por vuestra imaginación pasan recuerdos del tipo verdaderamente criminal, y os ahoga esa atmósfera y queréis salir

Max Bembo era uno de los alias de un pedagogo llamado José  Ruíz Rodríguez, impulsor de escuelas para niños desamparados.  Anarquista, de los que pugnaban  por conseguir que entrasen la  luz y el agua corriente en los barrios bajos y que desapareciesen las prostitutas y la drogadicción,  y que sirvieron de coartada para que se abrieran nuevas vías en el barrio y se tirasen edificaciones, tantas se tiraron  que quedó convertido en un lugar donde apenas  vive nadie.  Esa luz y esa agua corriente y esas avenidas anchas  entraron en el barrio al tiempo que  sus habitantes se iban del mismo.


Coetánea  del escrito de Max Bembo fue  una fotografía de Frederic Ballell  que al ser publicada en un número especial de L'Esquella de la Torratxa (nº 1789, 1913. Els Barris Baixos de Barcelona. Número coordinado por Juli Vallmitjana) multiplicó el impacto que pudo haber causado el libro de Max Bembo y  obró el efecto de fijar la idea que desde entonces tenemos de La Mina.   Un lugar sucio, oscuro a pesar de los varios puntos de luz, que se prolonga hacia un fondo que no se ve  donde termina y que reúne a una serie de personas cuyas circunstancias sociales ya las debieron de derrotar desde el mismo momento de nacer. 



                                                                    Frederic Ballel - Taberna La Mina. 1913


 
Otro de los creadores de la imagen  de marca de la taberna, y en este caso muy principal,  fue Francisco Madrid en el número uno de la revista El Escándalo en 1925, donde retrata el barrio con imágenes de una sordidez entre cutre e ingenua:  “la llaga de la ciudad” “el domicilio de la mala gente”,  y que convierte al pobre tugurio en la gran taberna del barrio chino,  conjugando  el texto  el nacimiento de una denominación para los barrios bajos de Barcelona  -el Barrio Chino desde entonces-  con la asunción de que en el Barrio Chino había una taberna y esa taberna era La Mina.


                                                 Francisco Madrid - Revista El Escándalo, nº 1. 1925.


Por Francisco Madrid sabremos que la taberna tiene un cuarto con un tabique de madera al que le faltan los cristales, donde está instalada la mesa del burro. Cruzando la taberna se accede al patio de La Mina donde se encuentran dos casas de dormir.



El texto de La Campana de Gracia que pongo a continuación, del año 1927, no es otra cosa que  el compendio de lugares comunes que el republicanismo de izquierda tenía sobre las tabernas del barrio chino. Lugares sucios y sórdidos, donde se recogen putas y malhechores.
 
                                                La Campana de Gracia. Autor desconocido. 1927



En 1938, la Editorial Sopena, en aquellos años una empresa colectivizada y dirigida por obreros de UGT y CNT, compone, imprime y encuaderna la novela Los de ayer de Rafael Vidiella, uno de los dirigentes del PSUC.  El hilo conductor de la novela es Bernabéu, un anarquista, narra sus peripecias y las de su entorno social durante los años 1917 y 1918,  y su marco geográfico es la zona que más tarde se conocerá como el barrio chino.
Vidiella había escrito el libro en los años treinta y no se publica hasta el año 1938. Tiene un capítulo dedicado a la taberna La Mina, que  con diferencia respecto a los anteriores,  es el texto que más atención dedica al local. Bernabéu  entra en el tascucho,  lo que da la oportunidad a Vidiella para entretenerse dando información del local y sus gentes:

"La Mina" era una taberna con dos entradas: una en la calle Arco del Teatro, y otra en la del Cid. Estas dos entradas o salidas -según el peligro policiaco penetrara por una de ellas, cuando no por las dos, y entonces convertiase en una ratonera- eran seguramente lo que la convertían en mina.

Un mostrador largo, forrado de cinc. Sobre el mostrador, platos con tajadas de bacalao y arenques fritos y en escabeche, a diez céntimos la pieza. Si a algún cliente novato se le ocurría pedir un poquito de jamón o salchichón, para acabarse de tragar el vaso de vino, le tomaban por extranjero y decíanle los mozos de la taberna:

-Eso se llama pan; eso otro, arenque, y eso otro, bacalao.

¡Tan convencidos estaban de que en el mundo no existía otra clase de comida!. Detrás del comedor, pipas de vino y botellas con licores variados. Los conocimientos de la mayoría de los parroquianos y de todos los mozos, tan escasos respecto a la diversidad de comestibles, eran erutidísimos en cuanto a bebidas. Conocían todas las marcas de vinos y licores.  Si por casualidad hacía resaltar alguien este hecho, el dueño, conocedor de su clientela, solía contestar:

-¡Los flamencos no comen ni duermen!

Poca gente había cuando entró Bernabéu.  Cuatro jugadores de mus ocupaban una de las mesas. Una vieja harapienta, que ofreció al tabernero media docena de botellas de gaseosa, vacías (que no le quiso tomar Pascasio), por un pedazo de bacalao y otro de pan, comía su mísero condumio en un rincón.

Bernabéu se encuentra en La Mina con un abogado que no ejerce y se dedica a asesorar a los delincuentes; en una mesa, dos picadores y dos colilleros se juegan unos céntimos al dominó, aparece un empleado municipal, conocido por El Misericordioso,  afiliado a los lerrouxistas, y dedicado  a modificar el censo electoral en favor de su partido y que llega acompañado por un guitarrista, un cantaor y otras personas. Uno de los acompañantes de El Misericordioso es convencido por la vieja harapienta que come bacalao para que la acompañe adonde podrá acostarse con una niña de catorce años.  
 
 
 
          Portada del libro de Rafael Vidiella.


                                                     


Hay un dato que me lleva a pensar  que La Mina fue una de tantas tabernas como había en el barrio chino, ni más canalla ni más familiarizada con la pequeña delincuencia que el resto. Y es que así como hay locales que aparecen una y otra vez en la crónica de sucesos por haber sido lugares de reunión de bandas criminales, o por la frecuencia con la que se producen altercados en ellos, La Mina no aparece apenas en la prensa de la época. Ni hay bandas que se refugien en el garito, ni es denunciado el local por victimas de robos, ni se producen peleas que terminen con detenidos.   No me sorprende, La Mina es un establecimiento de cierto tamaño y  hay  negocios y reuniones  que buscan  un ambiente recogido con pocas miradas que La Mina no podía ofrecer. .  En  La Mina, el tráfico de gente era incesante.  Hay quien acude a beber,  quizá para más tarde dormir apoyado en la mesa, y hay quien entra en La Mina de paso para los dos casas de dormir que hay en su patio trasero.  Acudirían al garito los periodistas y reformadores. Se aturdirían con los olores y el trasiego de gente, y bautizarían a la taberna como lugar principal de las lacras que perseguían.  


Sabemos que en 1908 la taberna ya estaba abierta y con el nombre que la hizo famosa. Su titular era un tal Pedro Matarrodona que la anunciaba como bodega, taberna y casa de comidas.  La taberna se levantó sobre lo que había sido una fábrica que Francisco Madrid llama Can Rocamora,   añadiendo que se trató de la primera fábrica de espelmas de España, lo que apunta a la fábrica de jabón y bujías esteáricas de Rocamora Hermanos que cerraron  el centro de Arco del Teatro en 1885. Antes de los Rocamora, el lugar había estado ocupado por la casa fábrica de Antonio Cabanellas de quien aparece un plano en el Arxiu Historic de la Ciutat del año 1846, asimismo  dedicada a la fabricación de jabón.



 
 
                                                                                                                                   






Plano de la casa-fábrica de Antoni Cabanellas del año 1846. Entre Arco del Teatro (Trentaclaus en el plano) y Cid.



  Una foto de los años cuarenta/cincuenta de autor desconocido tomada desde la calle del Olmo. Al fondo, bajo la flecha, la taberna La Mina.



No hay más historia que ésta de La Mina. Se mantuvo en su línea, sirviendo bebida y comida y a lo mejor permitiendo que aquellas personas que llegaban tarde a las casas de dormir de su patio trasero se quedaran dormitando por la noche recostadas en una de las mesas.  La especie que circula sobre  el procedimiento para pernoctar en La Mina,  y de la que se hacen eco  tanto Paco Villar en su libro sobre el barrio chino, como Lluis Permanyer,  al menos a efecto de rumor, dice que a  determinada hora se arrimaban los bancos a la pared, se extendía una cuerda de extremo a extremo que sujetaba a los que sentados en el banco  iban a pasar la noche en el local y a primera hora de la mañana, se desataba la soga cayendo los durmientes al suelo y despertando.  Esa soga y esos durmientes, esa historia sobre el modo de dormir, parece una de tantas leyendas que ha generado el barrio chino.

En 1927 estuvo muy cerca de rodarse una película con Angel Marsá de guionista y dirigida por uno de los hermanos de Baños que se pensaba titular "La hija del pecado" y que se hubiese desarrollado en el barrio chino, con la taberna La Mina como uno de los escenarios de la misma. No tengo noticias de que el proyecto  llegase a cuajar.

Entre los años sesenta/setenta, el edificio fue derribado.



En el patio trasero de La Mina y abriéndose tanto a la taberna como a la calle del Cid daban servicio dos casas de dormir, Cal Jaume y Cal Ventura.  Al menos  una de ellas se levantaba sobre un albergue municipal que se inauguró a finales de 1904 y se mantuvo operativo hasta julio de 1924. 


                      Inauguración del albergue municipal. La Vanguardia - 31 de diciembre de 1904



En la Ilustració Catalana del año siguiente, nº 135, aparecían dos imágenes del nuevo albergue municipal. 



A partir del año 1925, el albergue, propiedad del Muy Ilustre Sr. D. José Mª de Bofarull y de Olzinellas, barón de Ribelles pasó a desarrollar las funciones de albergue para menesterosos con carácter privado  con el nombre de  Cal Jaume. 

                                                     Casas i Galobardes. 1932



                                      1933. Revista Estampa. Autor desconocido.


                                                    Autor desconocido. Años treinta. Cal Jaume.


Margaret Michaelis. 1934. 


Kati Horna. 1936. Entrada por la calle Cid 12 a las casas de dormir. La cortina metálica del edificio de la derecha es la entrada a La Criolla. 

Detalle de la foto anterior sobre el marco de la puerta indicando que Cal Jaume tiene la entrada por el patio a mano derecha. 



Esquema de la taberna La Mina, los patios interiores y las casas de dormir confeccionado por mi sobre un plano de 1944.  "CALLE" es la calle Arco del Teatro, "C." es calle del Cid, las zonas de color más claro son patios.

Calle del Cid. La flecha indica el número 12 de la calle que daba entrada a las casas de dormir y a los patios traseros de La Mina. Detrás aparece La Criolla (revista Nuevo Mundo, 1932).



Fotografía del edificio interior del patio de La Mina que albergaba Cal Jaume (años sesenta. Album familiar de Rosa María Llorens Herrero). 


viernes, 11 de marzo de 2016

Rambla del Centro. Acera del Barrio Chino.

Aquella  parte de las Ramblas que se encuentra  a la altura del barrio chino, en particular la acera de las Ramblas del Centro y Santa Mónica  de los números pares en la numeración que se mantuvo hasta 1955,  en los primeros decenios del siglo XX me recuerda a las aldeas Potemkin.   Paredes, fachadas,  que al levantarse esconden la realidad que queda  detrás.  Pero a diferencia de la engañifa Potemkin, en las Ramblas  había  locales y salas de espectáculos y servicios que evocaban lo que ocultaban.   


Voy a relacionar aquellos  locales de las Ramblas de la parte lindante al  barrio chino  dedicados a actividades no extrañas al barrio y  voy a añadir las librerías. El barrio chino de los primeros decenios del siglo no  es solo lupanares, pequeña delincuencia, miseria y drogas, elementos  característicos del chino que tienen su correlato en las Ramblas. También hay anarquistas que predican la idea y que consideran que la lectura  es la vía hacia la disipación de las tinieblas. Así que más o menos cogida por los pelos, aunque menos que el recurso a las aldeas Potemkin,   añado las librerías.  Y lo voy a dividir en dos partes. En esta primera cubro la Rambla del Centro y en la segunda parte la Plaza del Teatro y Rambla Santa Mónica. 


Entre la calle de San Pablo y la calle Unión:


8 y 10 – Librería Francesa.  Ilustre vecino de las Ramblas desde mediados del siglo XIX hasta 1972.



                                                                Frederic Ballell. c1909. 

                                          Casas i Galobardes. Libreria Francesa. Años veinte o treinta. ANC.


                                Casas i Galobardes. Interior de la Librería Francesa. Años treinta. ANC.



12.  Café Rio de la Plata.   Lo rastreo  en los anuncios desde 1916. En el sótano había instalado un cabaret “Au Cabaret du Tango”.  En octubre de 1917 encuentro el cabaret con otro nombre “Au fond de la mer”. 

Au fond de la mer  merece años más tarde una evocación más que elogiosa de Passarell que dice que fue el primer cabaret de Barcelona donde se bailó tango y se consumió cocaína. En aquel cabaret vivían, porque prácticamente no se movían del lugar, un grupo de bohemios: Amichatis, Fontdevila, Pa, Passarell, Luis Capdevila, Iribarne, Platón Peig, el pintor Gausachs, Salvat-Papasseit… y un grupo de chicas de la calle San Ramón y otras de los alrededores que buscaban una orientación, un camino, y al decir de Passarell solían encontrarlo a través de un par de medias regaladas.

                                   Esteve, el amo del bar. Revista Mirador nº 33. 




                                      Papitu - octubre de 1916. Alegría, tango y Tocología. 

                                            Papitu -  octubre de 1917. Mullader natural i de l'altre. 


En 1919 el cabaret se llama The Savoy y programa actuaciones de flamenco. 

                                         The Savoy. El Diluvio.  enero de 1919. 

                                        The Savoy. Papitu - diciembre de 1920. 


En 1921, el café se llama Café Francais y el cabaret, La Sirena.

                                                            Papitu - noviembre de 1921. 

En 1923, se ha convertido en una chocolatería y lechería con el nombre de Granja Barcelonesa.  

                                                      Granja Barcelonesa. diciembre de 1923. El Diluvio. 



En el principal del número 12 se encontraba Casa Vives, suministradora de productos de ortopedia.  En ocasiones, se anuncia como Instituto Técnico Ortopédico que promociona el cinturón eléctrico Galvany para curar la impotencia.  El uso de la electricidad en la  impotencia evoca procedimientos que  en mi caso tienen más bien el efecto contrario al que pretende la publicidad.   La sugerencia  convierte  mis genitales  en un ratoncillo medroso que se esconde del electroshock.

                                             la Vanguardia - septiembre de 1915.


                                                                     El Diluvio - 1929



Calle Unión a calle Conde del Asalto: 

20 y 22. Hotel Oriente. Flanqueado a uno y otro lado por la librería Española y la granja Royal

Tanto el Hotel Oriente como la granja Royal y la librería de Antonio Lopez dan para un libro cada uno. Los menciono, subo alguna fotito y continúo.

                                                     Frederic Ballell. 1907-08. Terraza del Hotel Oriente. AFB. 




                                           






          Josep Maria Sagarra. 1932. Hotel Oriente. Fiesta de Carnaval.Club Femení i d'Esports












                                                  Casas i Galobardes. Años veinte a cuarenta. ANC 


Librería Española. La botigueta d’en Lopez. Es decir, de Antonio Lopez Llausas, hijo y nieto de libreros. Donde se redactó L’Esquella y La Campana de Gracia hasta 1936.

                                                                                 1917




                                         Esquella de la Torratxa. Tertulia en la Librería Española. 1916. 



La Granja Rojal fue, al decir de los redactores de El Escándalo, el único cabaret-lecheria del mundo.  Combinaba la degustación de ensaimadas y  tazas de chocolate con los tangos en la pista.  


                                                   Casas i Galobardes. Años treinta o cuarenta. ANC  





 24. Cuartel de la Guardia Civil desde mediados del siglo XIX  y ya durante el franquismo, cuartel de la Policia Armada. 



26. Charcutería La Castellana. Todos hablan maravillas de la calidad del embutido, en particular del jamón que se despachaba en el establecimiento. Josep Pla entre ellos. Encima de la charcutería se encontraba la redacción del periódico La Publicidad. 

Al lado de la charcutería estaba el establecimiento de lotería de Maria Illa, una especie de La Bruixa d’Or con varios cientos de vendedores de los números de lotería que gritaban por las calles. En 1936 se terminó el encanteri al ser detenida Maria Illa por una serie de irregularidades con el control de los números de lotería y unas deudas millonarias (millonarias y se trata de millones de la época). 

    En el centro el establecimiento de Maria Illa y a la derecha de la foto, la charcutería La Castellana. 


      Badosa. 1933. Revista Estampa. Maria Illa es la señora más obesa que ocupa una parte de la entrada del establecimiento. 



Entre Conde del Asalto y Rambla del Centro, a tocar de Maria Illa se abría el Trink Halle.





                                                               Gaspar i Serra. Años treinta. ANC. 



Conde del Asalto a Plaza del Teatro.


30. Sociedad de Atracción de Forasteros. Constituida en 1908 a impulso del ya entonces ex alcalde Sanllehy para generar interés en el extranjero hacia los valores turísticos de la ciudad de Barcelona.  Desde su fundación estuvo en el número 30 de la Rambla del Centro. Primero en el entresuelo y desde 1910 en los bajos.  Publicó la revista Barcelona Atraccion que incomprensiblemente no está digitalizada. 


                                                                   Branguli. 1910. 


                                                                Branguli - 1925-35. ANC.



Revista Crónica, número de 15 de enero de 1933. Grupo de guardias de asalto a la entrada del edificio.  Insurrección anarquista de enero de 1933. Desde la sede del sindicato de alimentación de la CNT  que se encontraba en uno de los pisos de la finca, se tiroteó a las fuerzas de seguridad que entraron a fuego en los locales. El resultado fue un anarquista muerto.                                                              




32. Redacción del periódico La Tribuna

                                                                    Frederic Ballell. 1907-08


32. Salón Teatro Moderno. Probablemente se trate del heredero del Salón Mágico que estuvo en dicha ubicación durante el último decenio del siglo XIX. 
El Salón Teatro Moderno deja huellas en la prensa  entre  los años 1901 y 1905. Se especializó en fenómenos circenses. La mujer más pequeña del mundo, las hermanas siamesas, el soldado más alto. Este tipo de espectáculos. 

                                                   La ilustración artística. Junio 1901. 



32. Bar Sport (  1914 -  mayo 1936). En noviembre de 1936 aparece como Hostal de la Peira). 

                                               Abril de 1933. El Diluvio. 



                                                             Interior de El Hostal de la Peira. !936-37. ANC.

 Branguli. Fets de Maig. mayo 1937. Por detrás de la barricada se aprecia la entrada al Hostal de la Peira. 


34- Excesior . Surge a mediados de 1915 ocupando el  Salón de Proyecciones, local  que entre 1907 y 1915 se dedicó al pase de películas alternándolas con atracciones. 
El Excelsior fue uno de los cabarets de moda  en Barcelona durante los años veinte.  Su primer nombre y durante unos meses fue Excelsior Billar  indicando el nombre la finalidad principal para la que estaba destinado y pronto se queda como Excelsior y es una sala de fiestas.   Si otros locales dan para un libro, con el Excelsior se puede escribir una enciclopedia.  Incluimos la descripción del local que hace Planes en la revista Mirador y rescatamos, también de Planes, al limpiabotas del local. 

                                           Excelsior Billar. Mayo de 1915. La Vanguardia. 




                                     Planes. Descripción del Excelsior. Revista Mirador.  1929.



       El limpiabotas del Excelsior que antes que limpiabotas fue fraile. Planes. Revista Mirador nº 11. 


                                                          Josep Mompou - Excelsior. 

                                                                 Opisso. Excelsior. 1922. 


Tras la guerra, el Excelsior  entra en decadencia y cierra a mediados de los años cuarenta. 
Aunque ya se aparta del periodo que nos interesa, quiero recordar una de las reaperturas del local a finales de los cuarenta, cuando se reflota con el nombre de Folies y dirige el garito el maestro Demon, el local también se conoce como Chez Demon. El maestro Demon, que es el nom de guerre de Llorens Torres Nin, un músico menorquín que en Barcelona empezó a  descollar en el Café Catalán de la Rambla de Santa Monica y  de allí fue saltando al Excelsior, Pompeya y  a los teatros del Paralelo. Con su orquesta Demon’s Jazz, uno de los  grandes del jazz  en Barcelona. 

                                                          Folies. octubre de 1950. La Vanguardia. 


                                         Casas i Galobardes.  El maestro Demon y su orquesta Demon's Jazz. 


En el número 34 también se abrió un cine, el Cine Mar, en 1936. 


36. El Gato Negro (se anuncia su inauguración a mediados de diciembre de 1924). En noviembre de 1930 o bien cierra o bien hay una reforma importante puesto que se vende el mostrador del bar. Debió de permanecer abierto porque en un número de la revista Mirador del año 1934, se cuenta una anécdota del limpiabotas del local que por el contexto parece actual. 

                 El Gato Negro. Se anuncia la pronta inauguración. Diciembre 1924. La Vanguardia. 


                                       Gaspar i Serra. El Gato Negro. Años treinta. ANC. 



36. Refectorium. El único establecimiento que consigna Einstein en su diario personal sobre el viaje a Barcelona en febrero de 1923. En el enlace adjunto, lo que conozco del local y de la visita de Einstein al mismo:  http://lavaix2003.blogspot.com.es/2015/05/einstein-y-el-barrio-chino.html


36. Cine Beliograff - Cine Principe Alfonso - Cine Ramblas. Es el mismo cine que varía de nombre con el pasar de los años (y de las circunstancias políticas).