Calle del Cid desde uno de los pisos de la calle Mediodía. Casas i Galobardes. Años treinta. Primeros números de la calle.
Calle del Cid desde los últimos números de la calle. A la izquierda se abre la calle Berenguer el Viejo y el fotógrafo se situa cerca del Portal de Santa Madrona. Merletti. IEFC. Años treinta. En el número 14, el Bar Chino.
Durante los años veinte y treinta del
siglo pasado, la calle del Cid no es solo, ni siquiera es sobre
todo, la calle donde se encuentra La Criolla. Aún si hacemos
abstracción de La Criolla, Cal Sacrista, La Taurina y las casas de
dormir del patio interior de La Mina, aún sin todo ello, es una
calle con personalidad suficiente para abrirse paso a codazos (y a
navajazos) y reivindicar un lugar preeminente en el núcleo duro del
barrio chino.
La Criolla y Cal Sacrista colocan la
calle en la agenda de los burgueses deseosos de rozar por unas horas
el universo de los hombres que se visten de mujer. Lo mismo que le
sucede a aquella parte de la intelectualidad francesa que escribe
cosas sobre transgresión y sexualidad; acuden a La Criolla para
tomar apuntes de primera mano que vierten en libros que si por
casualidad leyese y lograse entender cualquiera de los efebos de
la calle, se descojonaría de la risa. El señorito medroso que
hablaba raro mientras le miraba el paquete y que ahora escribe una
colección de frases sin sentido.
Mientras esos burgueses y esos
intelectuales entran en los locales de moda, la vida del barrio chino
se manifiesta y ruge en la calle del Cid, indiferente al interés que
causa en los pijos.
La calle del Cid, en los años veinte y
treinta del siglo XX, son los antiguos edificios de fábricas de
mitad del siglo anterior, reconvertidos para el uso de vivienda. Llenos de murcianos, cartageneros, andaluces y gitanos (asi clasifica
Francisco Madrid en un número de El Escándalo a los habitantes de las piezas en que los dueños de
los edificios han parcelado las grandes naves industriales).
Durante el día, la calle, al igual
que las otras calles de alrededor, es del mercado callejero que llena
aceras y vía, y ciega los imbornales con restos de alimentos. A
menudo, alguien, un ganadero que ha terminado su negocio, una persona
de comarca que quiere echar un clavo antes de volver al pueblo,
alguien que se escabulle de la familia, entra en una de las tabernas,
casi todas pequeños prostibulos, y tambien a menudo se convierte en
noticia de prensa. Le pegan, o lo duermen echando un narcótico en
la bebida, el resultado es que le dejan sin cartera y si tiene suerte
no lo dañan demasiado.
Mercado callejero en la calle del Cid. Años treinta. Autor desconocido. A la izquierda, las fincas de los números 1, 3 y 5. A la derecha, el número 2.
No es una calle plácida. En La
Vanguardia, y excluyendo noticias de La Criolla, Can Sagrista y el
albergue municipal, aparece en los primeros 36 años del siglo pasado
alrededor de 800 veces. Y es una calle corta, la numeración
municipal termina en el 16. Esa irrupción en las noticias de la
prensa tiene motivos muy limitados, o bien la solicitud que hace alguna institución caritativa de ayuda para los necesitados que viven en la calle, o bien, y sobre todo, por reyertas en la calle o en las tabernas. Se apuñala
mucho en la calle del Cid. Por lo general al incauto, pero también
es una calle donde se producen ajustes de cuentas. A pesar de tanta
noticia, casi nunca aparece el nombre del local en donde se produce
el lance. Yo creo que todos los garitos son intercambiables. Un día hay
una riña con heridos en una de las tabernas, y al dia siguiente en
otra de ellas. Las peleas de la calle del Cid llenan de usuarios la
casa de socorro de la calle Barbará.
A media tarde, y ya hasta muy entrada
la noche, despejada la calle del mercado, abren todos los
establecimientos del negocio de la prostitución y del espectáculo, y
aparecen, es una de las peculiaridades de la calle, los travestidos
que alternan el negocio de la carne con la venta de estimulantes,
cocaina sobre todo.
La Rambla. 18 de septiembre de 1933. Dibujo de Santsalvador.
Detenidos en la calle del Cid por dedicarse a la venta de cocaína. el Dilluvio. 1933.
En el transcurso de una redada policial, son detenidos 8 "invertidos" en una casa de la calle del Cid. La Vanguardia. 1924.
Envolviendo todo ello, un hambre de
años y una miseria sin fondo, con mucha gente desesperada. Hay
quien perece en la calle y el forense certifica una muerte natural
por consunción, vale decir, por no haber comido en días, y hay
quien intenta vender a su hijo recién nacido por una cantidad que le
permita alejarse de Barcelona. Pero sobre todo, se muere por enfermedades infecciosas. No es de extrañar, a la falta de alimento, se suma el hacinamiento y la falta de condiciones higiénicas en los pisos.
La Vanguardia. 12 de febrero de 1925.
En una conferencia del año 1935 que imparte el concejal Bausili se nos dan datos sobre la mortalidad en el conjunto de Barcelona y en varias de las calles del barrio chino por enfermedades infecciosas y contagiosas. La tasa de mortalidad en 15 años por tales causas en el conjunto de Barcelona se establece en el 9.15%; uno de cada once barceloneses morirá de infección en un periodo de 15 años, mientras en la calle del Cid entre los habitantes de los números 2 a 8 y 7, la tasa se multiplica por 6 y supera el 50%. Más de la mitad de los habitantes de dichas fincas morirá de enfermedad infecciosa en 15 años (semanario Després. número 41. 27 de julio de 1935).
Relaciono los locales de los que he
conseguido información. La Criolla la traté aquí y aquí; Can Sacrista aquí; La Taurina, aquí; y las casas de dormir del patio trasero de
La Mina, aquí. Hoy le toca al resto.
CALLE DEL CID. ACERA DE LOS NÚMEROS
IMPARES
1. -Casa Enriqueta. Prostibulo. 1925
(1)
-Taberna de Juan Esplugas.
Anuario Riera 1934 y 1936. Puede que se trate del mismo
establecimiento que el anterior.
3. -Hasta 1853 hubo una escuela
pública que en aquel año se trasladó a Arco de Cires, 5. Dicho
quede a efecto de
inventario.
-La Valenciana. Prostibulo. 1918. En
1934, se traspasa un bar-taberna en el número 3 y se menciona que
el establecimiento dispone de 9 habitaciones amuebladas, lo que me
hace suponer que lo que se traspasa es un prostíbulo. En el
Anuario Riera de 1934, en dicho edificio aparece la taberna de Maria
Molina. Como en el número 1, puede que todas las noticias hagan
referencia al mismo local.
Branguli. De una serie sobre el barrio chino en la inmediata postguerra. Es la serie que mejor permite hacerse una idea de los edificios de la calle en los años anteriores a la guerra. En esta imagen, los primeros números hasta su final en la calle Mediodía. Aparecen tapiadas puertas y ventanas. Fue una calle dañada por los bombardeos de la aviación italiana y se ha tapiado la entrada a varias fincas para impedir accidentes por caída de cascotes.
5. -La Rubiales. Prostibulo. 1918.
-En los años 1924-25 hay un taller de
reparaciones de carrocería de vehículos Ford.
-En 1933, el ayuntamiento aprueba una
partida para alquilar y adecuar los bajos del edificio a los efectos
de habilitarlo como refugio para indigentes. En 1934 aún no está operativo. Aparece el número de
telefono del refugio en la guia telefónica de Barcelona de 1936.
La Vanguardia. 3 de septiembre de 1925.
7. -Fábrica de conservas del sr.
Morlans (1923)
-Bar Internacional (propietario
Celedonio Arias). Anuario Riera 1934. Me resulta poco creible un bar
que se llame Internacional en la calle del Cid, cuando en los años
treinta y a pocos metros, en el cruce de Arco del Teatro con
Montserrat, hay otro local del mismo nombre y sobre cuya existencia
no cabe la menor duda. Quizá se hayan confundido los del Anuario
Riera.
-Café Catalán. Aparece
en una nota de El Diluvio en 1929 que informa del acuerdo favorable
a la reapertura del local. Como en el caso del Bar Internacional, no
tengo nada claro que la razón de la aparición de este
establecimiento en la calle del Cid 7 no sea otro que un error en la
confección de la noticia.
El uno de abril de 1933, frente al número 7, tiene lugar una pelea en cuyo transcurso es apuñalado y muere un marinero irlandés. Pepe "el Tiñoso" temeroso del efecto de los rumores que le señalan como autor de la muerte, huye a Francia donde permanece por un año. Al regresar a Barcelona, es detenido. En abril de 1936, se celebra el juicio por la muerte del marinero que termina con la absolución de Pepe "el Tiñoso". Antes, manifestó su enojo porque la prensa lo llamaba "Bisoño" cuando todos sabían que su alias era "Tiñoso", que ya estaba bien de tanto equivoco. Durante el juicio, a la pregunta del fiscal de por qué se había confesado culpable de la muerte del marinero en comisaria, dijo que harto de que le pegasen y como estaba enfermo y le daba lo mismo, confesó ser autor de la muerte, pero que era mentira.
Perez de Rozas toma una fotografía de Pepe "el Tiñoso". Un hombre con aspecto de exhausto.
Perez de Rozas. 3 de abril de 1936. Pepe "el Tiñoso".
9. -Siempre Alerta, establecimiento de gomas
higiénicas. Lo conocemos por una fotografía de
Margaret Michaelis que cabe datar entre 1932-34. Inaugurado en 1930.
Margaret Michaelis. 1932-34. Se ve la finca, de planta baja, que hace esquina con la calle de la Mina. El resto son los patios del número 12, que es la parte posterior del bar La Mina, y en la pared del número 10, ya medio borrado, un anuncio de la Criolla.
Papitu. 1930
Margaret Michaelis. 1932-34
Margaret Michaelis. 1932-34. Se ve la finca, de planta baja, que hace esquina con la calle de la Mina. El resto son los patios del número 12, que es la parte posterior del bar La Mina, y en la pared del número 10, ya medio borrado, un anuncio de la Criolla.
11. -letra A – Lechería de
Francisco Porta. Anuario Riera 1934 y 1936. Barbería de Pedro
Barbudo en el Anuario Riera de 1936.
Esquella de la Torratxa. 1932
-letra C – Carbonería de Manuel
Morales. Anuario Riera 1934 y 1936.
-letra D - Bodega de José Mascuñá.
Anuario Riera 1934 y 1936.
-letra G - Gomas higiénicas de Simeón
Peris. Anuario Riera 1934 y 1936. Se encuentra también en un
anuncio de L'Esquella de la Torratxa de 1932 con su nombre
comercial: Gomas La Holandesa.
Esquella de la Torratxa. 1932
ACERA DE LOS NÚMEROS PARES.
2. -letra E. Trapería de
Ramón Muruve. Detenido en 1927 por receptación de objetos robados.
4. -Comestibles Juan Martín. Anuario
Riera 1934 y 1936.
8. -La pintora. Prostibulo. 1918.
-Prostibulo en planta baja. 1925.
-Bodega de Juana Jimenez. Anuario
Riera 1934 y 1936.
-Bodega de Pascual Montes. Anuario
Riera 1934 y 1936. Una de los dos bodegas debe de ser La Taurina.
Las personas sentadas en la calle están en la entrada del número 8. Más allá, La Criolla. 1934-36. Autor desconocido.
10 - La Valentina. 1918.
- Prostíbulo en uno de los pisos, por encima de La Criolla. Aparece en 1933 en la crónica judicial.
La Vanguardia. 1933.
- Prostíbulo en uno de los pisos, por encima de La Criolla. Aparece en 1933 en la crónica judicial.
La Vanguardia. 1933.
12. - Aparte de las casas de dormir,
aparece un almacén de vinos de Jaime Busquets. Anuario Riera 1934 y
1936.
12, bis -Bodega de Vicente Salvador.
Anuario Riera 1934 y 1936.
14, - Bar de Manuel Bueno.
Anuario Reira 1934.
- Bar de Juan Guilera.
Anuario Riera 1936.
- Bar Chino. En la esquina con Berenguer el Viejo.
Josep María Sagarra. Años treinta. Esquina de calle del Cid con Berenguer el Viejo.
16. -Talleres Petit, maquinaria.
Branguli. Inmediata postguerra. Calle del Cid. foto tomada desde el Portal de Santa Madrona.
=============================================================================================
(1) Albert Domenech. Topografia de la
prostitució a la Barcelona del final de la Restauració (1918-1931).
Relaciona los prostibulos anunciados en tres guias nocturnas de
Barcelona de los años 1918, 1925 y 1931). Todas las indicaciones de
fecha de prostibulo en esta entrada están sacadas del ensayo de
Albert Domenech.
Los vendedores de la calle Cid, y que también puden verse en Arc del Teatre, no eran generalmente los payeses que veían del Baix o la Costa (Maresme). Eran revendedores que compraban en el Born y los revendían por la mañana en esta zona. Muchos de ellos se reubicaron en la plaça de Sant Galderic, en la Boqueria, donde aun hoy siguen. Esta información la saco de una familia de Sant Climent de Llobregat que estuvo en ambos lugares, igual hay otras explicaciones, pero las desconozco.
ResponderEliminarMuchas gracias, Leopold. Una información muy interesante. Hasta la fecha no tenía la menor idea de quienes eran y de donde obtenían el género que vendían.
ResponderEliminar